Comprar un coche procedente de renting

Comprar un coche procedente de renting es una opción cada vez más solicitada por muchos particulares o empresas para poder conseguir un vehículo en buenas condiciones a un precio reducido.

El mercado de compra y venta de coches de segunda mano está en constante crecimiento debido, entre otras cosas, al aumento de precio de los coches nuevos. En esta situación, los coches procedentes de alquiler mediante renting son una buena solución para todas aquellas personas o profesionales que necesiten disponer de un vehículo, pero que no estén dispuestos a realizar por él un gran desembolso.

Las ofertas en renting de coches tienen cada vez más importancia en todo tipo de sectores por su comodidad y las condiciones que ofrecen. Por tanto, todos estos vehículos que se utilizan con este fin, después pueden seguir siendo alquilados o quedan como coches de ocasión para su compra por un precio más asequible.

En este artículo vamos a analizar si merece la pena comprar un coche procedente de renting, cuál serían las ventajas de llevar a cabo esta compra y las recomendaciones más importantes a tener en cuenta.

¿Por qué plantearse comprar un coche procedente de un contrato de renting?

En algunas ocasiones, el contrato de renting puede incluir una opción de compra al finalizar el contrato. Esto permite que si el coche es del agrado del cliente este pueda quedárselo en propiedad, con el correspondiente descuento sobre el precio de compra inicial.

No obstante, incluso si el usuario que lo ha utilizado a través de un renting no quiere quedárselo, puede haber otras muchas personas que si que estén interesadas en adquirirlo para su frota o para su uso personal.

Los coches procedentes de un contrato de renting son por lo general una opción mejor que los coches de segunda mano de particulares. Estos vehículos están sujetos a un mantenimiento y revisiones constantes para evitar que se produzcan problemas durante su utilización.

Otro aspecto muy importante es que los coches de renting pasan por un menor número de manos que los coches puramente de alquiler. Estos vehículos se alquilan para plazos más largos y están sujetos a unas condiciones de cuidado estrictas para garantizar su usabilidad.

De hecho, en muchos casos, prácticamente no podrás notar la diferencia entre un coche nuevo y uno procedente de un contrato de renting. Únicamente el ahorro que supone adquirir un vehículo que aunque esté en perfecto estado, es considerado de segunda mano.

¿Qué tener en cuenta antes de comprar un coche procedente de renting?

Aunque por lo general, los coches de renting se encuentran en buenas condiciones y son muy recomendables como posibilidad para adquirir un vehículo de segunda mano, existen una serie de aspectos a considerar para tomar la mejor decisión y elegir el coche adecuado.

El kilometraje como dato de la utilización del vehículo

Los kilómetros totales recorridos es un indicador disponible en el vehículo que da información sobre el desgaste real al que el coche ha sido sometido.

Hay que tener en cuenta que en los contratos de renting el kilometraje suele estar limitado, por lo que los coches de renting suelen tener todavía una buena vida útil por delante.

No obstante, este indicador también nos puede servir de referencia para calcular su precio final. A más kilómetros recorridos, menor coste debería tener.

La cantidad de contratos de renting en los que ha formado parte

Otro dato muy importante a tener en cuenta es el número de usuarios que han utilizado el coche con anterioridad al momento en el que se plantea la compra.

Esta información debe estar registrada en el propio registro que tenga el vehículo. Ahí deben aparecer los anteriores usuarios y con ello nos podemos hacer una idea clara sobre el desgaste, así como la antigüedad que tiene el coche en cuestión.

La garantía ofrecida por la empresa que vende el coche procedente de renting

Según la Ley los coches de segunda mano deben tener una garantía mínima de un año. No obstante, en algunas empresas se ofrece una mayor cantidad de tiempo porque se está seguro del buen estado del vehículo.

En este sentido es muy interesante comparar las condiciones generales del contrato para realizar la compra, en especial con respecto a la garantía en caso de daños o las posibilidades de devolución.

El estado general del vehículo

El estado general de la carrocería puede ser un claro indicio del desgaste al que ha sometido el vehículo procedente de renting que se pretende comprar.

No obstante, esto no siempre es determinante, ya que un coche puede estar limpio, cuidado y bonito por fuera, pero tener problemas en algunas de sus piezas.

Por tanto, la revisión general del vehículo antes de su compra debería ser tanto externa como interna, aunque esta segunda es más difícil de realizar en muchos casos.

¿Quieres saber más sobre los coches de renting? Ponte en contacto con nosotros sin compromiso.

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