Probamos el Volkswagen Polo GTI 2.0 TSI 200 CV: cada vez más cerca del Golf GTI

Esta es la prueba del Volkswagen Polo GTI 2018, la versión más deportiva del utilitario alemán. Entrega 200 CV de potencia con un motor 2.0 TSI y únicamente está disponible con carrocería de cinco puertas, a diferencia de la anterior generación.

Está disponible desde los 25.310€ con cambio manual de seis velocidades, si optamos por la caja automática DSG la factura sube hasta los 26.995€. Nuestra unidad de prueba equipaba este cambio DSG y algunos elementos opcionales, como la cámara de visión trasera (275€) o las llantas de 18” (435€).

El Polo GTI es uno de los pocos utilitarios deportivos que no recurren al ‘downsizing’ con su motor 2.0 TSI.

El principal rival del Polo GTI es el Ford Fiesta ST, que tiene un precio de partida algo más bajo, 22.963€ y se ofrece con carrocería de 3 o 5 puertas. Otros modelos que compiten contra el Polo GTI son el Renault Clio R.S o el Peugeot 208 GTI entre otros.

Historia GTI
Las siglas GTI corresponden ‘Gran Turismo Injection’. A día de hoy que un coche cuente con un sistema de Inyección es lo más normal del mundo, sin embargo, en los setenta la carburación seguía siendo el método más común para mezclar aire y combustible en los motores de combustión.

Aunque tenga 5 puertas, el reducido tamaño del Polo GTI recuerda al GTI original.

En 1976 aparecería el primer Volkswagen Golf GTI, un modelo que revolucionaría el mundo del automóvil al ofrecer una potencia elevada para la época, 110 CV, a un precio razonable. Lo conseguía gracias a un sistema de inyección mecánico que extraía los 110 CV de un bloque de 1.6 litros de cubicaje.

Con un peso de tan solo 800 Kg y un tamaño muy reducido, el Golf GTI se convertiría en un icono de la agilidad y el comportamiento deportivo para todos los públicos, llegando a crear un segmento propio al que se apuntarían otras marcas, los compactos GTI.

Golf GTI o Polo GTI
Con el paso de los años el Golf ha ido sumando generaciones, y en cada una de ellas una nueva evolución del GTI ha visto la luz, ya vamos por la séptima. Sin embargo, en el camino el concepto ha ido cambiando ligeramente, con coches cada vez más grandes, pesados y potentes.

De esta manera, y aunque sea una afirmación algo arriesgada, podríamos decir que el actual Polo GTI tiene un carácter más acorde al Golf GTI original que su hermano mayor. Y es que, si miramos las dimensiones, veremos que el Polo GTI 2018 es sólo 9 centímetros más largo que el Golf GTI de 1976, mientras que la diferencia con el Golf actual es de aproximadamente 30 centímetros.

El Volkswagen Golf GTI ha encontrado un poderoso rival en su hermano pequeño.

Otro factor que acerca a este Volkswagen Polo GTI al Golf GTI original es el precio. No es un coche barato, eso es evidente, pero si miramos la diferencia entre el Polo GTI y su hermano mayor nos surgen algunas dudas.

El Golf GTI parte de los 34.880€ y ofrece 230 CV de potencia, es decir, más de 9.500 € de diferencia por 30 CV extra. Es evidente que el Golf es un coche de un segmento superior, y por tanto mejora al Polo en muchos aspectos, porque no todo es potencia.

Sin embargo, el buen hacer del chasis y la suspensión pilotada del Polo GTI reducen mucho las distancias, por lo que el único punto en el que veo como claro vencedor al Golf GTI es el maletero, ya que ofrece 80 litros de volumen extra. Eso sí, por 9.000 € a lo mejor hay que plantearse lo de llevar menos equipaje…

Diseño atractivo, pero algo discreto
Este Polo GTI se basa en la sexta generación del Polo, que salió al mercado en otoño de 2017. Por tanto, comparte los mismos rasgos estéticos que el modelo ‘normal’.

Lo que más destaca es la marcada línea de hombros que recorre el lateral del coche a la altura de los tiradores de las puertas. Es un signo muy marcado en el lenguaje de diseño actual de la marca de Wolfsburgo, y en mi opinión estiliza y aporta presencia al coche.

La línea roja horizontal y la insignia GTI son los mejores distintivos de esta versión.

Los principales cambios aparecen en el frontal. Lo más destacado es la línea roja horizontal que recorre toda la parrilla y los faros, a juego con la insignia GTI de la calandra. A eso se suma un paragolpes negro en la parte baja y un pequeño spliter.

Por detrás también hay cambios, el más claro es el spoiler superior, al que se une una imitación a un difusor, salida doble de escape y un paragolpes algo más abultado. En general la estética del Polo GTI es discreta, lo que le sienta realmente bien.

Línea de hombros marcada, doble escape y spoiler, las señas de identidad del Polo GTI.

Pero no debemos olvidar el carácter rebelde y algo ‘macarra’ también de la familia GTI, por lo que unos rasgos algo más marcados tampoco desencajarían en exceso.

El interior sí deja claro que estamos en un GTI
Y qué alegría más grande al ver que los asientos están tapizados con esos cuadros escoceses recién salidos de un mantel de casa de la abuela. Es sin duda el rasgo que más define el habitáculo, por delante de la gran pieza de plástico mate roja que recorre todo el salpicadero, que también queda muy bien, por cierto.

El volante presenta bordador rojos y el patrón se repite en los asientos y el pomo de cambio. El único emblema GTI lo encontramos en la parte inferior del volante, una pena que no esté también tintado en rojo, pero todo sería cuestión de coger un pincelito y…

El interior del polo GTI tiene un claro aire diferenciador respecto a otras versiones.

El conjunto de pantallas aporta un toque totalmente actual después de la dosis nostálgica de las butacas. Por un lado contamos con el sistema de infoentretenimiento de 8”, que como en todos los modelos del grupo VAG funciona muy bien y es compatible con Android Auto y Apple Car Play, aunque es un imán de huellas…

La segunda pantalla es la del virtual cockpit, más de 10” para configurar a gusto del consumidor, que además presentan un nivel de definición superior. Quizás choca ligeramente el hecho de que los indicadores de temperatura y gasolina no estén incluidos en el panel, pero a quién le importa cuando tienes asientos con cuadros escoceses.

Esta es la tapicería que merece el Polo GTI.

Una compañera de la universidad experta en moda, de la que ya he hablado alguna que otra vez, me dijo que el tapizado era un horror, por supuesto se fue andando a casa, pero me hizo comprobar si había alternativa. Y la hay, quien quiera perderse uno de los guiños más curiosos del mundo del automóvil puede poner un tapizado negro de lo más común.

El espacio en las plazas traseras es muy bueno para dos pasajeros, pero la plaza central se queda algo justa, sobre todo por el elevado túnel de transmisión. Aun así, el espacio que ofrece el Polo GTI en todas las direcciones es muy generoso en todas las plazas, el aprovechamiento del espacio es muy bueno.

Plazas traseras del Polo GTI.

Lo que probablemente repercute ligeramente en el espacio de carga del maletero, que pierde unos litros respecto al Polo normal hasta colocarse en los 305 litros. Son 45 litros menos que un Polo normal, lo que se debe a la ubicación de la batería bajo el fondo del maletero y no en el vano del motor.

Cómo va en marcha
Si parado el Polo GTI ya nos ha dado sorpresas positivas, en marcha la cosa mejora todavía más. Nada más arrancar el sonido del motor ya te alegra el día, no es nada exagerado, pero suena a GTI.

El Polo GTI cuenta con distintos modo de conducción, desde el Eco que activa la navegación a vela, hasta el individual que permite configurar los parámetros a nuestro gusto. El modo confort es el más polivalente, con un sonido de motor agradable y la suspensión pilotada en el modo más blando.

Sin embargo, lo interesante ocurre con el modo Sport, que endurece la suspensión, el tacto de la dirección, agudiza la respuesta del acelerador y modifica el sonido del escape, en parte ayudado por los altavoces del habitáculo…

Las llantas de 18 pulgadas favorecen la imágen exterior del Polo GTI.

El Polo GTI es un coche tremendo ágil, con una dirección precisa y que permita hacer cambios de apoyo rápidos y el tacto es agradable. Aunque nos damos cuenta de que una vez elegida la trazada es difícil cerrarla más, sale a relucir la tendencia al subviraje de estos modelos.

Esta sensación se acentúa más debido a la ausencia de un diferencial autoblocante, elemento que el Fiesta ST sí puede montar de manera opcional. De equiparlo, el Polo tendría una entrada a la curva más equilibrada, y sobre todo una salida con mayor tracción, ya que al salir de curvas lentas notamos como la rueda interior tiene cierta facilidad para patinar.

La estabilidad del Polo GTI es muy buena, gracias en parte a la plataforma MQB-A0.

Para solventarlo, los ingenieros del Volkswagen han equipado el sistema XDS, que por medio de los frenos, lo que imita la acción de un autoblocante a costa de perjudicar ligeramente la aceleración.

Sin embargo, y a pesar de no contar con diferencial autoblocante, el Polo GTI logra transmitir con mucha solvencia los 200 CV al asfalto, a ello ayudan los neumáticos Michelin Pilot Sport 4, aunque hay alternativas todavía más eficaces.

El 2.0 TSI empuja con mucha alegría, desde las 1.500 RPM están disponibles los 320 Nm de par, lo que continúa hasta las 4.350 vueltas. Entre las 4.400 y las 6.000 llegan los 200 CV. Es un motor con una curva de par muy sorprendente y con una buena evolución del empuje, que no decae hasta el corte de inyección.

El ‘virtaul cockpit’ ofrece una gran versatilidad ya que es totalmente configurable.

El sonido es muy atractivo, tanto dentro como fuera del coche, e incluso llegamos a oir petardeos leves cuando levantamos el pie y el motor ha cogido temperatura. Es un coche que se divierte en trazados revirados, los frenos responden bien y el chásis tiene una gran rigidez.

Del cambio DSG sólo podemos decir que cumple sobradamente, no encontramos saltos de marcha sin sentido, aunque es cierto que maniobrando a baja velocidades si podemos apreciar algún tirón espontáneo. Se echa en falta también una séptima velocidad, que convertiría al Polo GTI en un coche todavía más asentando en carretera.

El cambio DSG no decepciona, pero un manual incrementaría todavía más el placer de conducción.

No puedo negar que no haya echado en falta el cambio manual. Es cierto que el DSG funciona muy bien y es incluso más cómo en ciudad, pero el carácter de este coche va ligado a un buen cambio manual con recorridos cortos.

A la hora de circular en carretera la suspensión pilotada cambia el carácter del coche, que se vuelve más confortable y filtra mejor, aunque no llega en este aspecto al nivel de un Golf. Pero se queda muy cerca.

En ciudad más de lo mismo, coche cómodo, práctico y pequeño. Lo único que se echa en falta son unos litros más de maletero, pero es algo con lo que se puede convivir sin problema.

Los consumos son ajustados si conducimos sin acelerones y aprovechamos la inercia. Podemos lograr medias reales de 6,5 litros en carretera si somos muy cuidadosos, pero la cifra más común serán los 7,5 l/ 100 km. Un consumo muy correcto para un coche de esta potencia. Eso sí, si lo que queremos es correr, las medias suben notablemente, como es lógico.

Conclusión
El Polo GTI es la perfecta definición del coche deportivo polivalente. Es capaz de ofrecer unas sensaciones muy respetables en las carreteras de montaña, hacer largos viajes de manera cómoda o callejear por ciudades atascadas.

Su precio es algo más alto de lo que nos gustaría, pero con él accedemos a un coche que se queda bastante cerca del mundo de los compactos, sólo le falla el maletero. De esta manera, cuestiona seriamente el precio del Golf GTI, su hermano mayor, los 9.000€ de diferencia no se llegan a justificar.

Si pudiéramos pedir algo más, sería la posibilidad de incluir un diferencial autoblocante, algo que terminaría de redondear el comportamiento dinámico de este pequeño GTI. El cambio automático funciona muy bien, pero este tipo de coche se merece un cambio manual. Además algunos elementos como la cámara de visión trasera deberían ser de serie.

Sin embargo, estas pegas no empañan la buena impresión que nos deja el Polo GTI. Un coche multiusos con un carácter atrevido y diferente, que da oxígeno puro a los que todavía buscan divertirse el fin de semana con su coche sin hacer una inversión astronómica.